Quién no es, no ha.
Un cuerpo desplazado arrastra una fijación: la insistencia repetitiva de una acumulación de ideas acabadas, remolcar la memoria por el espacio, porque el cuerpo es memoria ¿Y si lo
desmemorizáramos? Un cuerpo que se construye en ese espacio de olvido, restableciendo su tiempo en el entre, dejándose escribir en la pérdida.